...a través de Bertha Dudde - 12.12.1956
BD 6713 Sin el discurso de Dios ningún ser humano puede madurar …

Cuanto más os profundicéis en Mi Palabra, más brillante se volverá en vosotros y más fuerza os llenará para vivir conforme a Ella, porque Yo Mismo os imparto esta fuerza cuando Me permitís hablaros. Y ahora también sabréis en que falta de fuerza y luz se encuentran los humanos, que nunca buscan la oportunidad de escuchar o leer Mi Palabra … quienes nunca Me permiten hablarles, quienes pasan de largo con indiferencia cuando se les ofrece Mi Palabra.

Esta falta de fuerza y luz sólo se manifiesta espiritualmente, de modo que estas personas pueden parecer confiadas y poderosas en la vida terrenal e incluso pueden poseer conocimientos mundanos, pero sus almas están en tinieblas y debilidad, y tales personas no pueden trabajar por su perfección espiritual, ni quieren hacerlo, porque desconocen por completo la situación desesperada en la que se encuentran. Puede pasar un día tras otro sin que jamás abran su corazón y sus oídos a Mi Palabra … y cada día es un día perdido en su vida terrenal, porque podría haberles traído fuerza y luz, y dejaron pasar el día sin aprovecharlo.

Y también es difícil para Mis portadores de luz acceder a esos corazones humanos, que rechazan de inmediato cuando su atención es centrada en lo más importante de la vida terrenal, en el vínculo intimo Conmigo, que puede establecerse escuchando voluntariamente Mi Palabra y que puede profundizarse a través de Mi discurso, para que ahora pueda tener lugar la afluencia de fuerza y luz. Mis portadores de luz tienen la tarea de proclamar Mi Evangelio, de transmitir Mi Palabra a los seres humanos, que tienen que escuchar para poder cumplir su propósito en la Tierra … Pero Mi Palabra tiene que ser escuchada por voluntad propia; los humanos tienen que estar dispuestos a vivirla, y los portadores de la luz rara vez encuentran esta disposición, y por muy valiosos que sean sus dones para repartir, no son deseados, y las puertas por las que Yo Mismo quise entrar para traerles la Salvación permanecen cerradas para Mis portadores de luz.

Y aunque las proclamaciones de la Palabra se dan de todas las maneras posibles, ya sean proclamaciones vivas o muertas … se abordan a muy pocos humanos, porque a veces se evitan los lugares donde resuena Mi Palabra, y porque la palabras a menudo desvanecen en el oído y no penetran en el corazón humano … Sin embargo, solo Yo puedo impartir fuerza y luz, por lo que también tengo que dirigirme Yo Mismo al ser humano, y tiene que escucharme con gusto. El suministro de luz y fuerza es necesario para lograr el propósito de la vida: que el alma madure para el reino espiritual.

Pero la voluntad y los pensamientos del ser humano sólo están ligados al mundo terrenal, y toda fuerza vital se usa para fines terrenales. Por lo tanto, también es bueno que Mis predicadores aparezcan en este mundo terrenal y que hablen en todas partes, que no teman hablar donde no es costumbre … Y Yo dotaré precisamente a estos predicadores de un poder especial, para que den testimonio de Mí y de Mi Reino con plena valentía de confesión … estas son siempre las únicas oportunidades que ofrezco a quienes se mantienen alejados de los lugares de donde se predica Mi Palabra, porque nadie debería poder decir que no le he hablado Yo Mismo al menos una vez.

Y aunque la ocasión para tales proclamaciones parezca ser un ataque enemigo … si Yo lo permito, no es infundado, y Mis caminos son tantos que cada uno puede seguirse y conducirá a la meta si Yo Mismo la he señalado. Y dondequiera que esté dentro del ámbito de lo posible, allí también se encenderá una luz. Porque los corazones humanos caminan en la más profunda oscuridad y deben ser sacados de esta noche …

Amén